Las lesiones del cartílago articular son muy frecuentes, siendo las principales causas del dolor articular. 6% de los adultos presentan una afección degenerativa en la rodilla. De acuerdo con el director del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), al producirse una lesión en el cartílago, es recomendable producir microperforaciones en el hueso subcondral para provocar la aparición y coagulación de la sangre, obteniéndose la regeneración. Esto es un proceso complejo y difícil, por lo tanto, se buscan nuevas técnicas con alternativas de regeneración para mejorar la calidad de vida del paciente.
Sin embargo, esto no es adecuado debido a que no se considera un entorno biomecánico adecuado para las células madre y por lo tanto se propone utilizar como terapia una esponja porosa biodegradable que se implantará en el lugar de la lesión junto con un sistema de anclaje al hueso subcondral. Su funcionamiento consiste en que los poros de dicha esponja se llenan de sangre, recibiendo las células mesenquimales y creando un nuevo tejido con características similares al tejido natural. Las ventajas de este tipo de terapia consiste en que el anclaje entre la matriz y el hueso subcondral produce un menor daño al hueso, en comparación a otros implantes.
Esto fue diseñado y evaluado en un modelo animal, publicándose de manera oficial en "The International Journal of Artificial Organs". En dicho estudio, los investigadores evaluaron durante 5 meses la respuesta del implante y se presentó una regeneración no completa pero positiva. Tras ello, el director del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular de la UPV busca plantear la validación clínica.
Fuente: Diseñan un implante para regenerar el cartílago articular. (2016). Diario Médico. Obtenido de: https://search.proquest.com/docview/1786750208/fulltext/36C4BE19A5084026PQ/2?accountid=41021
Wednesday, April 29, 2020
Wednesday, April 22, 2020
Técnica de ahorro de energía en músculo cuadrado lumbar en pacientes con cáncer de mama
La relación entre el cáncer de mama y las afecciones en músculos es más cercana de lo que parece. Es necesario recordar que para el tratamiento del cáncer de mama se encuentra la cirugía, radioterapia, quimioterapia y/o terapia hormonal, dependiendo de las condiciones y estadios de la enfermedad. Debido a estos tratamientos, las personas con cáncer de mama llegan a presentar alteraciones sistémicas y deficiencias funcionales, una de ellas es la alteración de la cintura escapular y el balance postural. Estos efectos provienen de la fatiga central y periférica causada por la quimioterapia y radioterapia, además del catabolismo muscular al que se encuentran sometidos.
Por lo tanto, es conveniente implementar una técnica de energía de ahorro muscular, fundamentada en la energía cinética y potencial para que el paciente realice un trabajo con la mínima cantidad de oxígeno para tener una mayor funcionalidad ante las actividades diarias y de esa forma, mejorar su calidad de vida. Dicha técnica consiste en una estrategia de intervención para aumentar la extensibilidad muscular, el rango de movilidad en la columna y disminuir los dolores cervicales y lumbalgias. En este estudio, se describieron los efectos de esta técnica de ahorro en el músculo cuadrado lumbar sobre la presión inspiratoria a niveles máximos y la presión espiratoria máxima en pacientes con cáncer de mama con estadios menos agresivos y que no tienen invasión en órganos adyacentes.
Al aplicarse un fortalecimiento del músculo cuadrado lumbar y la medición del cambio en ambas presiones, con una intensidad de 20 minutos y 3 sesiones semanales con ejercicios aeróbicos, la fuerza del cuadrado lumbar aumentó en un 50% de las personas analizadas.Solo se requiere una contracción muscular voluntaria del paciente con una leve intensidad. El lado afectado presenta un nivel menor de fuerza muscular en todos los pacientes. Sin embargo, se observó un aumento en la presión inspiratoria y espiratoria máximo en conjunto con el incremento de la fuerza muscular tras la aplicación de la técnica de energía de ahorro muscular, descrita anteriormente.
Wednesday, April 15, 2020
Relación lumbalgia y pie plano
El pie plano es un problema que ocurre en el arco longitudinal medial del pie, donde se presenta una pérdida completa o parcial del mismo. Este puede volverse "pie plano adulto" al persistir o desarrollarse tras la madurez esquelética en población adulta. Del 5% al 14% de la población adulta presenta pie plano. Por otro lado, la lumbalgia es un problema con muchas causas y que afecta a 2/3 de los adultos de la población mundial. Distintos autores sugieren que las personas con lumbalgia tienen una mayor probabilidad de presentar pie plano y viceversa, debido a que las articulaciones de la columna vertebral y las extremidades inferiores están muy relacionadas entre sí. Por lo tanto, las afecciones en cualquiera de las articulaciones puede provocar alguna consecuencia en el funcionamiento de la otra.
Se realizó un estudio en aproximadamente 97 mil militares y se informó que aquellos que presentaban un pie plano moderado o severo presentaban la doble probabilidad de tener antecedentes de dolor lumbar intermitente. En otra revisión, se encontró una relación entre el pie plano, la inestabilidad del tobillo y la pronación en exceso del pie con la lumbalgia. Las desviaciones de tobillo y pie pueden ser considerados una causa de dolor lumbar debido a la interrupción de la cadena cinética del pie a la espalda. Se menciona que las personas con pie plano presentan problemas de postura, de rigidez de columna, en rodillas y cadera, ya que al caminar redistribuyen las cargas del cuerpo y el centro de gravedad del cuerpo sale de su línea de origen.
Finalmente, un estudio realizado en el Hospital Quito N°1 de la Policía Nacional en pacientes con lumbalgia se encontró que la enfermedad prevalece en un 45% en personas de 56 a 75 años de edad y que las mujeres son aquellas más propensas a presentarla. Además, el 50% de los pacientes que acudieron con lumbalgia mecánica simple también presentaban pie plano, así como valgo de tobillo (85%) y valgo de rodilla (87%). Tras ello, sí se indica cierta relación entre el pie plano y el dolor lumbar.
Información obtenida de: http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/13292
Información obtenida de: http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/13292
Wednesday, April 8, 2020
Biomecánica de la marcha en el embarazo
El embarazo, además de ser una etapa con cambios psico-emocionales y fisiológicos, también conlleva diferencias musculoesqueléticas. Estos son causados por el aumento del volumen sanguíneo, de grasa y fluido extracelular, así como el cambio hormonal y el cambio postural generado por el aumento de volumen y el peso del feto. Además, la relaxina, hormona útil para relajar el útero y facilitar el proceso de parto, genera también una mayor laxitud ligamentosa en la pelvis. Seis meses después del parto, los ligamentos se mantienen con esa laxitud. El peso del feto provoca cambios en la columna lumbar, generando lumbalgias en más del 50% de mujeres embarazadas. Se aumenta la lordosis lumbar porque el centro de gravedad busca mantenerse sobre las caderas y la base de sustentación. Sin embargo, diversos estudios han arrojado que el centro de gravedad presenta una elevación y anteriorización, y otros han arrojado que existe una elevación con un desplazamiento posterior. Sin importar la dirección del desplazamiento del centro de gravedad, dichas perturbaciones son tomadas en cuenta para el cambio de postura y equilibrio en una mujer embarazada, cambiando así su biomecánica.
Por otro lado, durante el embarazo existe una mayor demanda en los músculos extensores y abductores de la cadera, así como los músculos flexores plantares en el momento de la marcha. Esto genera molestias musculoesqueléticas en el miembro inferior, provocando ajustes sistemáticos de postura estática y dinámica, alterando la marcha de la mujer. También se modifican las fuerzas de inercia del tronco inferior durante la marcha y al momento de subir escaleras. Por otro lado, estudios que registraron la línea de marcha de una mujer embarazada arrojaron que existen cambios en la velocidad del centro de presiones en la huella plantar. Además, en el segundo trimestre, se produce una desviación interna en la fase de contacto de talón e inicio de la fase media de apoyo, mientras que en la etapa final del embarazo, dicha desviación se vuelve externa. Existe también una reducción de la velocidad de la marcha y en la cadencia, disminuyendo un 22% de velocidad en el cuarto mes de embarazo. Hay un mayor movimiento de anteversión de pelvis, aumentando unos 5°. Al haber una mayor anchura del paso, se incrementa la rotación externa del miembro inferior. La flexión plantar se reduce durante el despegue y disminuye la eversión del tobillo.
Los autores asocian estos cambios con una adaptación necesaria causada por el mismo cuerpo humano para asegurar estabilidad en la marcha. Por naturaleza, las mujeres embarazadas prefieren caminar a una menor velocidad para tener un mayor tiempo en doble apoyo y disminuir dicho tiempo en apoyo unipodal. Para adaptar el centro de gravedad al aumento del tamaño del abdomen, se produce una adaptación de la columna con una traslación latera de las vértebras C7 y L4. Dicho cambio, puede provocar un mayor riesgo de caída en la fase media de apoyo. Es necesario que la mujer embarazada realice estiramientos y fortalecimiento de los músculos del miembro inferior, así como en la musculatura paravertebral lumbar. Existen también órtesis plantares para ayudar a mejorar la estabilidad de la marcha y tratamientos quiroprácticos. Por último, se recomienda la actividad física regular, continua y rítmica durante el embarazo, como puede ser caminar, yoga o pilates.
Tomado de: Estudios experimentales de la biomecánica de la marcha durante el embarazo: Revisión sistemática de ensayos clínicos (2000-2018). ISSN: 1989-5151. https://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/64723
Por otro lado, durante el embarazo existe una mayor demanda en los músculos extensores y abductores de la cadera, así como los músculos flexores plantares en el momento de la marcha. Esto genera molestias musculoesqueléticas en el miembro inferior, provocando ajustes sistemáticos de postura estática y dinámica, alterando la marcha de la mujer. También se modifican las fuerzas de inercia del tronco inferior durante la marcha y al momento de subir escaleras. Por otro lado, estudios que registraron la línea de marcha de una mujer embarazada arrojaron que existen cambios en la velocidad del centro de presiones en la huella plantar. Además, en el segundo trimestre, se produce una desviación interna en la fase de contacto de talón e inicio de la fase media de apoyo, mientras que en la etapa final del embarazo, dicha desviación se vuelve externa. Existe también una reducción de la velocidad de la marcha y en la cadencia, disminuyendo un 22% de velocidad en el cuarto mes de embarazo. Hay un mayor movimiento de anteversión de pelvis, aumentando unos 5°. Al haber una mayor anchura del paso, se incrementa la rotación externa del miembro inferior. La flexión plantar se reduce durante el despegue y disminuye la eversión del tobillo.
Los autores asocian estos cambios con una adaptación necesaria causada por el mismo cuerpo humano para asegurar estabilidad en la marcha. Por naturaleza, las mujeres embarazadas prefieren caminar a una menor velocidad para tener un mayor tiempo en doble apoyo y disminuir dicho tiempo en apoyo unipodal. Para adaptar el centro de gravedad al aumento del tamaño del abdomen, se produce una adaptación de la columna con una traslación latera de las vértebras C7 y L4. Dicho cambio, puede provocar un mayor riesgo de caída en la fase media de apoyo. Es necesario que la mujer embarazada realice estiramientos y fortalecimiento de los músculos del miembro inferior, así como en la musculatura paravertebral lumbar. Existen también órtesis plantares para ayudar a mejorar la estabilidad de la marcha y tratamientos quiroprácticos. Por último, se recomienda la actividad física regular, continua y rítmica durante el embarazo, como puede ser caminar, yoga o pilates.
Tomado de: Estudios experimentales de la biomecánica de la marcha durante el embarazo: Revisión sistemática de ensayos clínicos (2000-2018). ISSN: 1989-5151. https://revistas.ucm.es/index.php/RICP/article/view/64723
Wednesday, April 1, 2020
Ergonomía de la columna vertebral
Existen factores de riesgo ergonómicos en empleados que trabajan en el área administrativa, sentados durante una jornada laboral. La empresa está obligada a proporcionar un ambiente adecuado que garantice la salud, integridad, higiene, seguridad y bienestar de cualquier colaborador y empleado. Sin embargo, se sigue buscando la manera de prevenir riesgos en el medio laboral, este blog se especificará en factores de riesgo ergonómicos, relacionados con malas posturas, fatiga por esfuerzo continuo, carga laboral y estrés mantenido. Las enfermedades provenientes de dichos factores pueden ser evitadas si se conocen y se cumplen las normativas adecuadas, evitando causar un alto impacto en la vida del trabajador y en la economía de la institución.
Las afecciones derivadas del trabajo administrativo más comunes son: la cervicodorsalgia, conocida como dolor cervical, resultado de lesiones en las partes blandas a partir de un deterioro progresivo; es un dolor que se extiende a brazos, cabeza o espalda, provocando inclusive mareos. También se presenta lumbalgia, que consiste en una distensión muscular en la zona lumbar, provocando fuertes dolores en la parte inferior de la espalda tras realizar alguna actividad, dificultando el movimiento del sujeto. Por otro lado, también se registra la presencia del síndrome del túnel carpiano, que consiste en un tipo de neuropatía periférica, que se manifiesta a partir de micro traumas ocurridos en forma repetida debido a los movimientos de los dedos sobre el teclado de la computadora, teniendo como síntomas la aparición de calambres y dolor producido por una compresión nerviosa; muchas veces se acompaña por tendinitis de muñeca o bursitis. Además del daño óseo, también se presenta insuficiencia venosa tras cierto grado de presión en la circulación pélvica, dificultando así un adecuado retorno venoso en las piernas. A esto se añade un incremento en el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Para evitar mayores afecciones, se han implementado pausas laborales activas para prevenir riesgos ergonómicos, mejorar el rendimiento del trabajador, aumentar su estado de salud y de esa manera reducir el estrés causado por su trabajo. Se realiza en diferentes países con ayuda de espacios físicos para realizar actividades que contribuyen a una buena relación entre trabajadores. A partir de esto, se buscan evitar las afecciones mencionadas y así, mejorar la calidad de vida de cada empleado.
Dicha información fue obtenida en el siguiente artículo:
Factores de riesgo ergonómico en personal administrativo, un problema de salud ocupacional, escrito por la Dra. Addys Parra Cruz. Escrito en el año 2019 para la Revista SINAPSIS del Instituto Superior Tecnológico Portoviejo, Ecuador. Disponible en: https://www.itsup.edu.ec/myjournal2/index.php/sinapsis/article/view/212/275
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